sábado, 18 de mayo de 2013

LA ENZIMA PRODIGIOSA


Muchas son las personas que en estos días  están hablando del libro de Hiromi Shinyala enzima prodigiosa”.  Sobre el libro unos están a favor y otros en contra. Se dice que lleva más de 2 millones de ejemplares vendidos. En España tiene más seguidores  desde que fue comentado por la conocida periodista Mercedes Milá en un programa de Telecinco.

El libro titulado la enzima prodigiosa, no descubre nada nuevo en realidad lo que explica son muchas de las cosas que desde Nutri10 llevamos un par de años explicando: la importancia de conocer los alimentos que mejor digerimos y basar en ellos nuestra alimentación.

En el mencionado libro la enzima prodigiosa no se muestra estudios científicos y el autor  no basa sus razonamientos en algún tipo de diagnóstico, lo que sí es cierto es que a partir de su publicación se ha creado un cierto interés en el funcionamiento de las enzimas. Que hasta ahora habían sido  grandes desconocidas.

Los alimentos que no asimilamos adecuadamente son incompatibles con nuestro sistema enzimático. Podemos en algunos casos carecer de las enzimas necesarias. Un ejemplo lo tenemos  muy claro en el caso de la intolerancia a la lactosa. Las personas que la padecen tienen una carencia de lactasa.

Nosotros creamos nuestras propias enzimas y otras las asimilamos a través de los alimentos. Hay personas que no segregan suficientes enzimas digestivas para el tipo de dieta que toman. En estos casos será necesario consumir al menos un par de veces al año enzimas digestivas para facilitar la digestión.
La piña contiene dos enzimas digestivas “la bromelia” y “la papaína” que nos ayudan a digerir las proteínas. Ambas están incluidas en nuestro producto Digest10. Cada enzima actúa sobre un tipo de alimento. Cuando las enzimas no pueden actuar o su cantidad es insuficiente, se produce procesos de fermentación y putrefacción de los alimentos  y estos se quedan a medio digerir.

A través de nuestro test de intolerancia Nutritest10 podemos obtener “el perfil enzimático” que nos facilita información sobre los alimentos que mejor se asimilan. Nuestro perfil enzimático es algo que permanece con nosotros a lo largo de nuestra vida. Lo que si podemos hacer es aportar de forma externa las enzimas que nos faltan  a través de complementos nutricionales.

Para mejorar y mantener nuestra salud, nuestra dieta deberá estar compuesta en un 80% de alimentos alcalinizantes y en un 20% de alimentos acidificantes.  Un alto consumo de alimentos acidificante favorece la enfermedad y dificulta la mejora de muchas patologías digestivas.

Sobre los alimentos alcalinizantes y acidificantes, como mezclarlos correctamente y las enzimas hablaremos en nuestro próximo post.