Muchas son las personas que en
estos días están hablando del libro de Hiromi Shinya “la enzima prodigiosa”. Sobre
el libro unos están a favor y otros en contra. Se dice que lleva más de 2 millones
de ejemplares vendidos. En España tiene más seguidores desde que fue comentado por la conocida periodista
Mercedes Milá en un programa de Telecinco.
El libro titulado la enzima
prodigiosa, no descubre nada nuevo en realidad lo que explica son muchas de las
cosas que desde Nutri10 llevamos un
par de años explicando: la importancia de conocer los alimentos que mejor
digerimos y basar en ellos nuestra alimentación.
En el mencionado libro la enzima prodigiosa no se muestra estudios
científicos y el autor no basa sus
razonamientos en algún tipo de diagnóstico, lo que sí es cierto es que a partir
de su publicación se ha creado un cierto interés en el funcionamiento de las
enzimas. Que hasta ahora habían sido grandes desconocidas.
Los alimentos que no asimilamos adecuadamente
son incompatibles con nuestro sistema enzimático. Podemos en algunos casos carecer
de las enzimas necesarias. Un ejemplo lo tenemos muy claro en el caso de la intolerancia a la
lactosa. Las personas que la padecen tienen una carencia de lactasa.
Nosotros creamos nuestras propias
enzimas y otras las asimilamos a través de los alimentos. Hay personas que no
segregan suficientes enzimas digestivas para el tipo de dieta que toman. En
estos casos será necesario consumir al menos un par de veces al año enzimas digestivas para facilitar la
digestión.
La piña contiene dos enzimas
digestivas “la bromelia” y “la papaína” que nos ayudan a digerir
las proteínas. Ambas están incluidas en nuestro producto Digest10. Cada enzima
actúa sobre un tipo de alimento. Cuando las enzimas no pueden actuar o su
cantidad es insuficiente, se produce procesos de fermentación y putrefacción de
los alimentos y estos se quedan a medio
digerir. A través de nuestro test de intolerancia Nutritest10 podemos obtener “el perfil enzimático” que nos facilita información sobre los alimentos que mejor se asimilan. Nuestro perfil enzimático es algo que permanece con nosotros a lo largo de nuestra vida. Lo que si podemos hacer es aportar de forma externa las enzimas que nos faltan a través de complementos nutricionales.
Para mejorar y mantener nuestra salud, nuestra dieta deberá estar compuesta en un 80% de alimentos alcalinizantes y en un 20% de alimentos acidificantes. Un alto consumo de alimentos acidificante favorece la enfermedad y dificulta la mejora de muchas patologías digestivas.
Sobre los alimentos
alcalinizantes y acidificantes, como mezclarlos correctamente y las enzimas hablaremos
en nuestro próximo post.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios: