Desde
Nutri10 hemos iniciado desde hace
algunas semanas un especial que incluye varios post sobre la perdida de peso, hasta ahora hemos podido observar que el aumento de peso esta muy relacionado con el estrés. En esta
ocasión queremos tratar el exceso de azúcar en sangre y su relación entre otras
patologías con el exceso de peso.
Para
bajar de peso, no siempre es necesario seguir dietas estrictas basadas únicamente
en consumir las mínimas calorías. Existen otras formas, como la que hoy
mostramos y que estan basada en el control de la glucosa en sangre.
La glucosa es la fuente principal de combustible del cuerpo y
desempeña un papel indispensable para asegurar el bienestar físico y mental. No
obstante, cuando se elevan aunque sea un poco por encima de los niveles
normales, debido al exceso de grasa corporal, la falta de ejercicio o la
herencia genética, la salud y los esfuerzos por adelgazar se ven comprometidos.
El
nivel normal de glucosa en sangre es
de 60 a
90 miligramos por 100
decilitros de sangre (m/g) antes de comer. El nivel
“normal alto” de glucosa estaría entre 100 y 125 mg/dl, la diabetes de tipo II
se da cuando la glucosa alcanza los 126 mg/dl.
Sin
un análisis es imposible saber si el
nivel de glucosa en la sangre de una persona se encuentra dentro de los
límites. Un nivel alto de glucosa puede dañar el cuerpo sin ofrecer síntomas
que permitan detectarlos, puesto que estos se pueden quedar ocultos en otras
muchas patologías, como por ejemplo la fatiga y los cambios repentinos de
humor.
Un
nivel alto de glucosa puede provocar entre otros problemas:
- Sobrepeso
- Síndrome de ovarios poliquisticos
- Enfermedades cardiacas y derrame cerebral
Una
de las comidas que mas importancia tiene cuando hablamos del control de la glucosa en sangre es el
desayuno.
La
personas que no desayunan y en las que suele ser habitual la frase “por la
mañana no me entra nada” son mas propensas a mantener niveles altos de glucosa
en la sangre. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard
observo que cuando una persona desayuna se reduce a la mitad su riesgo de
padecer obesidad y sufrir resistencia a la insulina.
Cuando
comemos nuestro cuerpo tiene que gastar calorías para digerir y asimilar los
alimentos, es lo que se conoce como “el efecto térmico”. Si alguien se levanta a
las 8 de la mañana y se salta el desayuno y hasta las 11 no toma nada, su
capacidad para quemar calorías se habrá hecho mucho más lenta durante esas 3
horas.
Un desayuno apropiado para comenzar el día “quemando” podría ser el siguiente:
Un
zumo natural de fruta, preferible naranja, pomelo, limón, etc.
Un
vaso de leche sin lactosa y desnatada, con una cucharadita de café para que
quien pueda tomarlo o una bolsita de te.
Una
tostada de pan integral, ½ cucharadita de aceite de oliva de primera presión en
frió y una loncha de pavo o jamón york sin grasa.
Para
elaborar un programa de perdida de peso
en la que controlemos la glucosa tomaremos como referencia el índice glucemico
(IG), el cual clasifica los alimentos de acuerdo con la rapidez con la que
elevan el nivel de glucosa en la sangre, así como según la proporción en que
este aumento ocurre.
Desde
Nutri10 os ofreceremos mas información
sobre este apasionante tema, además de mostrar algunos menús que incluyen
alimentos con un índice glucemico bajo.
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